Queridos amigos de Getsemaní, ¡el Señor os conceda su Paz!
He encontrado una historia interesante que proviene de una mística del siglopasado, que narra cómo, una vez resucitado, Jesús trae a los discípulos aquí, donde sudó sangre,y al llegar al lugar del beso de la traición, el Señor le pide a Pedro ¡que lo bese! Pedro, que lehabía negado tres veces, desplomado en el suelo estalla en llanto y sollozando y afligido le ruegaque no insista. Jesús le suplica y afirma:“Si por un beso lleno de falsedad y odio, el Hijo delHombre fue traicionado, por un beso lleno de amor y de piedad puede ser Amado”, que el tuyo seael beso que lave y borre ese dolor.
Cuando veo que el Señor no es amado, que es insultado, blasfemado o no aceptado, creo que puedoreparar eso, a mi pequeño modo, amándolo, alabándolo, acogiéndole en silencio a través de laspersonas que conozco o mediante pequeñas situaciones que ocultan su imagen.
Así que vuelve a mi corazón esta invitación: "Pero tú, ¡dame tu corazón...tu beso de amor!" . Podemosllamar a esto una oración de reparación.
Hora Sancta
Somos los hijos de Francisco, custodiamos por voluntad de Dios uno de los lugares más queridos por Jesús: el jardín llamado GETSEMANÍ. Es un lugar único en el mundo: el lugar donde el Señor manifiesta su Sí para siempre con su disponibilidad para entrar donde jamás ha entrado nadie, el lugar donde se hunde en la oscuridad, en su última batalla contra la muerte, por la que la Humanidad siempre ha resultado vencida.