Recoger la oliva como cada año, una acción y una oportunidad que se repite… este año también, a pesar de las circunstancias.
Un importante y festivo evento que se celebra cada año en el huerto que fue testigo de la agonía de Jesús y de su gran dolor, y donde los frailes menores, con la ayuda de voluntarios, amigos y familiares, recogen los frutos de estos olivos bendecidos.
Hoy la alegría de aquel momento da paso al silencio y a la oración, también en las colinas de Beit Jala.
El olivo en Tierra Santa es un gran símbolo de paz. Una paz que hoy falta. Pero también simboliza la historia de esta tierra, muy ligada al nacimiento y resurrección de Jesucristo.
(Video and text Christian Media Center)
