Queridos amigos de Getsemaní, paz a vosotros!
Deseo compartir con vosotros una luz, un pensamiento, que he recibido del Señor en un momento de oración en este santo lugar. Espero que pueda serviros también de ayuda en vuestra oración. Cuando rezamos, normalmente le pedimos muchas cosas al Señor, a veces incluso cosas raras… Pero ¡no somos los primeros! También los Evangelios nos hablan de estas oraciones y peticiones hechas a Jesús. Lo hemos oído también en el Evangelio de hace unos domingos: “Señor, ¿serán pocos los que se salven?” (Lc 13, 23). Me parece muy profunda la respuesta de Jesús, que conoce bien nuestros corazones: “Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, porque os digo que muchos querrán entrar, pero no podrán” (Lc 13, 24).Me parece importantísimo que, en nuestra oración, entremos en intimidad con el Señor y le hagamos preguntas sobre Él, sobre su amor, sobre ¡su promesa de amor eterno! Sobre esta Roca en la que que Él sudó su Santísima Sangre con aquel sufrimiento “Que se haga tu voluntad…” (Lc 22, 42), me ha surgido el preguntarle al Señor: “Señor, dime… ¿cuánto nos has amado?”. Me lo he imaginado con una sonrisa regia y solemne, emocionado y alegre, con los brazos abiertos… ¡en forma de cruz! Verdaderamente, Señor, ¡nos has amado hasta la muerte! Tú eres la Puerta de la vida, ¡la Puerta del amor! (Jn 10, 7). Él mismo explica el secreto de tal amor: “Por esto me ama mi Padre: porque entrego mi vida para después recuperarla de nuevo” (Jn 10, 17). AQUÍ en Getsemaní, en este Jardín, sobre esta Roca, todo nos ayuda a ver y a creer concretamente cómo Él mismo ha pasado por esta puerta estrecha con la entrega de su propia vida. A todos nosotros nos resulta difícil dar verdaderamente la vida, más bien preferimos conservarla, defenderla… hasta el ¡deseo delirante de poseerla!Antes de cualquier regla, imperativo, obligación o estilo de vida que pretendamos vivir, incluso moralmente, creo que es importante detenerse y contemplar este Amor inconmensurable del Señor que continuamente trata de mostrarnos y darnos cada vez que nos volvemos hacia Él. Aquí en Getsemaní todo "brilla" y nos dice cómo Jesús nos busca y nosotros le buscamos.Oremos para que toda criatura se deje encontrar por su Creador.
PS: Os hago partícipes de algunos datos de nuestro sitio web, no para alimentar delirios de grandeza, sino para sentirnos cada vez más en comunión con la Iglesia 'invisible' pero más real que nunca, con la esperanza de que el Señor pueda ser cada vez más acogido, amado y consolado. Aquí están los datos:1. LAS INSCRIPCIONES A LA NEWSLETTER SON 1.400 (a veces, una inscripción se refiere a un grupo completo formado por varias personas); 2. LOS QUE ESTÁN REALMENTE INSCRITOS DE FORMA CONCRETA A LA HORA SANTA SON 770 (incluso aquí una inscripción no siempre corresponde a una sola persona, sino a grupos de oración); 3. Los PAÍSES DEL MUNDO desde los cuales se ha visitado el sitio web son 176; 4. Desde septiembre de 2017 hasta hoy, las visitas al sitio web son en total alrededor de 80.000.
Agradecemos enormemente a aquellos que trabajan en silencio por el Señor, ¡invoquemos la bendición del Señor!
